En la residencia San Luis Gonzaga tenemos residentes que no pueden realizar por sí mismos la tarea de alimentarse. Es por ello, que los gerocultores efectúan labores de apoyo en la ingesta de alimentos y líquidos. El nivel de ayuda depende del grado de dependencia que tiene el residente. Así pues, las tareas habituales son de acompañamiento y observación durante la comida, así previenen posibles atragantamientos, o de apoyo al residente cortando los alimentos. También, en situaciones de dependencia grave, el equipo de gerocultores da una asistencia completa que incluye dar de comer y beber al residente.
¿ QUÉ FUNCIONES TIENEN LOS GEROCULTORES EN LA INGESTA?
- Planificar el tiempo necesario que el residente necesita para ingerir la comida en función del grado de dependencia que tenga. Es posible que si el residente presenta problemas de deglución el gerocultor tenga que dar en numerosas ocasiones líquido para facilitar la ingesta.
- Pelar, trocear y cortar alimentos según la situación del residente.
- Facilitar los utensilios necesarios y los productos de apoyo pertinentes. Ponerlos a su alcance y fomentar la autonomía.
- Verificar la temperatura y cantidad de cada porción de alimento.
- Controlar la cantidad de alimentos y líquidos que ingiere durante la comida.
- Vigilar al residente para prevenir posibles complicaciones como, por ejemplo, dificultades en la masticación, aparición de tos, vómitos, agitación, atragantamientos, negativas a ingerir comida, etc.
No obstante, es fundamental que nuestros gerocultores fomenten la autonomía del residente, siempre que sea posible, animándole a que realice por sí mismo las tareas básicas que pueda: coger el cubierto, beber del vaso, pelar, trocear, cortar, etc.
En los casos en que el residente tiene una gran dependencia, los alimentos son de fácil administración y digestión. Por ejemplo, las comidas en puré están indicadas para situaciones en las que la persona tiene disfagia (dificultad para comer) y otras alteraciones en la deglución. Además, la dieta contiene un alto valor nutricional, especialmente proteico (huevos, pescados, carnes, etc.). Las proteínas, entre otras cosas, previenen las UPP (Úlceras Por Presión), habituales en personas con restricciones importantes en su autonomía física.
Por último, comentar que los gerocultores deben conocer a la perfección el estado de salud y las particularidades de cada residente que apoyen en la ingesta. Es por ello, que siempre deberán estar alerta a los cambios que se produzcan durante las comidas (aumento de la disfagia, negativas sucesivas a la deglución, incremento de los atragantamientos, etc.) y ponerlo en conocimiento del equipo multidisciplinar de la residencia para así proceder a la adaptación del menú a las necesidades del residente.
Sin duda, una gran labor diaria de apoyo la que realiza el equipo de gerocultores para que nuestros residentes puedan mantener una correcta y buena alimentación.