Ayer, 5 de noviembre, se celebró el Día del Cuidador. Queremos dedicar nuestra entrada de hoy a la figura de los cuidadores, ya sean profesionales o no profesionales.
En un alto porcentaje, cuando un familiar solicita plaza en nuestra residencia tiene a sus espaldas la dura experiencia de haber sido cuidador durante años. No es de extrañar que contacte con nosotros agotado, con una inmensa sobrecarga y sin saber muy bien qué decisión tomar sobre el futuro de su familiar. Además, normalmente experimenta un gran sentimiento de culpa por dejarle con nosotros pensando que no ha hecho lo suficiente por él o que no está actuando como debiera. Incluso en algunos casos, les envuelve la angustia de el “qué dirán” de mi cuando se enteren otros familiares, vecinos, amigos, etc.
su familiar ingresa en una residencia de mayores porque su estado de dependencia se ha ido agravando y requiere ser atendido por un equipo profesional, en un entorno que esté adaptado y equipado
Es importante en todo momento procurar calmar a estos cuidadores. Muchos de sus miedos se irán disipando si se les facilita desde el primer contacto una buena información sobre los servicios y procedimientos de actuación que ofrece la residencia. Hay que procurar resolver todas las dudas que puedan surgir ya que para muchos de ellos es la primera vez que tienen contacto con una residencia de mayores.
Hay que hacerles entender que del mismo modo que una persona ingresa en un hospital para recibir las atenciones sanitarias que son imposibles de prestar en su casa, su familiar ingresa en una residencia de mayores porque su estado de dependencia se ha ido agravando y requiere ser atendido por un equipo profesional, en un entorno que esté adaptado y equipado especialmente para atender a personas con distintos grados de dependencia.
La salud y la seguridad de la persona mayor se debe anteponer a cualquier sentimiento de culpa, por difícil que sea.
La salud y la seguridad de la persona mayor se debe anteponer a cualquier sentimiento de culpa, por difícil que sea. Ahora el cuidado de su familiar está en manos de cuidadores profesionales. Es hora de recuperarse, deshacerse de sentimientos de culpa y disfrutar de aquello que llevaba tiempo sin hacer. Venga cuando quiera a visitar a su familiar pero ya sin el rol de cuidador a sus espaldas. ¡Recupere su vida!
Por último, no queremos pasar la ocasión de agradecer a nuestro equipo profesional la implicación en el cuidado de nuestros residentes. Es de admirar su dedicación y su profesionalidad. De ellos también fue el día ayer ¡Felicidades!