Para prevenir las úlceras es fundamental una buena higiene y secado de la piel. Para ello, es necesario seguir las siguientes pautas:
1. Realizar un aseo general cada 24 horas.
2. Realizar aseos parciales siempre que sea preciso. Por ejemplo, en personas con incontinencia urinaria o sudoración excesiva se debe prestar una especial atención e higiene. Se debe mantener la piel limpia y seca.
3. Se debe utilizar agua templada.
4. Se deben utilizar jabones Ph neutros para prevenir infecciones y evitar alergias.
5. Una vez enjabonada una parte del cuerpo se debe tener otro recipiente con agua templada limpia para enjuagar. Es importante quitar el jabón de la piel para prevenir irritación.
6. A la hora del secado de la piel nunca se debe utilizar fricción, es decir, nunca se debe secar con fuerza y rozamiento sino con toques, sin arrastrar la toalla.
7. La persona que se encarga de la higiene diaria debe estar alerta y examinar la piel, prestando mayor importancia a las zonas de presión de la piel, zonas enrojecidas y con durezas.
8. Una vez limpia la piel nunca se debe echar colonia (alcohol) directamente. Una vez que la persona esté vestida se puede echar sobre la ropa pero nunca sobre la piel.
9. Es importante hidratar bien la piel con suaves masajes y a su vez aprovecharemos para activar la circulación de retorno realizando masajes ascendentes.
10. Si la persona está encamada es fundamental que las sábanas no tengan arrugas ni pliegues. Éstas pueden causar presión y formar úlceras. Hay que vigilar que tanto la ropa de cama como de la persona están completamente libre de arrugas.
Por último, una vez terminada la higiene de la piel hay que dejar a la persona en una posición cómoda. No obstante para la prevención de úlceras se cambiará de posición cada dos horas y se pondrán almohadas para aliviar presiones en determinadas zonas.